Cuando la gota colmó el vaso


¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Dónde está nuestro límite?
Los mineros están siendo ejemplares en cuanto a la lucha por sus derechos, por su unión hacia una misma causa... Miles de ciudadanos han salido a apoyarlos a las calles de Madrid.
  El 11 de julio de 2012, será recordado por muchos como un gran día de hermandad, solidaridad y lucha... pero también será recordado como el día en el que el gobierno quiso paliar la crisis quitando a los que menos tienen. Rajoy se ha lucido a lo grande!
  Se ha hecho público el cuarto recorte de su gobierno;
El IVA sube a un 21% y 10%
Los dependientes tendrán una reducción de su ayuda y sus cuidadores no cotizarán el la Seguridad Social, además de enfrentarse a inspecciones para probar que cumplen correctamente con sus funciones.
Los funcionarios se despiden de la paga extra de navidad.
Los que están en paro verán reducida su paga un 10% tras los primeros seis meses... Y Bruselas felicita a Rajoy, y el PP lanza una gran ovación al presidente tras el anuncio de estas medidas de austeridad, y el país vende su alma al diablo adquiriendo deuda para salvar a los bancos... y los ricos se hacen más ricos, y la crisis es de todos, pero la sufren los que menos tienen. Los bancos seguirán desahuciando por impagos, a los que pagan con sus impuestos la deuda para salvarlos...
  Creo que el vaso ya está colmado. Es momento de REVOLUCIÓN. Títeres de Europa, con un gobierno inepto, el pueblo debe gritar y salir a la calle.
 

Testimonios desde la Marcha Negra. Vídeo recomendado.
LaTele.cat. Batalla minera... los pelos como escarpias! 

Para leer en el camino.

  Durante el viaje me acompañó Joseph Rudyard Kipling, con su libro 'Kim'. Habla de India desde los ojos de Kim, una India colonial que se vislumbra como un sueño en el trayecto por la India actual... muchas cosas han cambiado desde entonces, pero otras tantas están como antaño, casi parecía un relato de hoy... Kipling es adulado y adorado en India, como una de sus máximas figuras literarias, que dio a conocer India en todo el mundo.
   A mi vuelta, leí 'Pasion India', de Javier Moro; habla de la vida de Anita Delgado, una bailarina española de la que se enamoró el maharajá de Kapurthala. La India de los maharajás, cómo vivían siendo India colonia inglesa, la relación de estos príncipes con el resto del mundo. Hace un repaso histórico desde los ojos de una extranjera humilde en una tierra de princesas... El libro me llegó hace tiempo, pero después del viaje, encontré el momento de leerlo, para entender muchas de las cosas que había visto e imaginar tantas otras, de las que sólo había encontrado fantasmas.


  La India se digiere lentamente, cuando ya estás lejos. Hierve poco a poco dentro de ti y sus efluvios emanan en tu mente a cuenta gotas, mientras aterrizas. Como una vida paralela a tu día a día, se te clava ese viaje en el tiempo que es ir a Asia, conociendo a tu otro tú en otro haber, con la certeza de que volverás, porque te has sentido como en casa.

Apuntes de India: Pushkar.




Febrero 2012
PUSHKAR

Rajastán. Ciudad sagrada, con uno de los pocos templos de India dedicado a Brahma. Tiene un apacible lago en el que contemplar, y digo contemplar, porque te sientas en sus ghats y sientes la tranquilidad, te invade el paisaje, pero sobretodo la fé, de los que hacen sus pujas, rezan, veneran la ciudad como parte de un todo y creas o no, sientes! Esto se ve nublado por algunos 'dudosos sacerdotes' que no dudan en avasallarte en cuanto llegas al lago, para rezar contigo y bendecirte a ti y tu familia, por un módico precio, tras decir NO 4 ó 5 veces, te dejarán en paz.
Vista de Pushkar desde la terraza de 'Mama luna'. Foto: Noelia Villodre.
El tren más cercano se encuentra en la ciudad de Ajmer, a sólo media hora o cuarenta minutos de Pushkar en autobús local, por 10Rs. Hay muchos durante el día que conectan las dos ciudades.
Pushkar también es muy conocida, sobretodo para los occidentales, como el paraíso de las compras. Cualquier cosa que te encuentres en las tiendas de España con ropa de estilo oriental, decoración, plata... el 80% de las cosas, salen de esta ciudad. Así que saben como nos gusta ver la mercancía; colocada, a la vista, atractiva. También saben muy bien como se mueven los precios europeos y es difícil bajarlos a un precio ganga si te llevas piezas sueltas y no haces gran pedido... cada vez, India es menos barata en ese sentido.
Restaurante de 'Mama Luna'. Foto: Noelia Villodre
Para dormir, tuvimos mucha suerte, encontramos el mejor lugar posible; Mama Luna. Conocimos a Lydia, una española que lo ayudó a nacer y crecer, lo que lo ha convertido en un lugar confortable, familiar, limpio, con un excelente restaurante; acogedor y con riquísima comida, y a buen precio. Todos se portaron muy bien con nosotras. Está situado al lado del templo de Brahma.
Gracias a Lydia también pudimos conocer la otra cara de India, que hasta ese momento anhelábamos sin saberlo, algo que fuese 'auténtico', sin tener esa sensación de Gran Teatro. Paseamos por el desierto, saludamos a un Baba que tenía su pequeño templo, y nos invitó a un chai. Hicimos una visita a la familia de uno de los chicos que trabaja en el hotel; un regimiento de hermanas preciosas, vino a saludarnos, nos miraban tímidamente y se reían, mantenían la distancia necesaria para estudiarnos y sentirse seguras, una matriarca sonriente y cariñosa, nos invitó a un chai... ofrecían, de verdad, sin pedir nada a cambio, verdadera hospitalidad que te despierta un mar de sensaciones dentro... Ese día, nada más llegar a la ciudad, en la recta final del viaje, fue lo mejor. Gracias Lydia.

Apuntes de India: Jodhpur

Febrero 2012
JODHPUR
Parte del Fuerte de Jodhpur. Foto: Noelia Villodre.

  La magnificencia de Rajastán, se vislumbra el esplendor de antaño en el fuerte que corona a la ciudad azul. En el cerro de los pájaros se levanta una muralla que guarda los palacios en los que vivía el maharajá; muy bien conservado, es uno de los monumentos que merece la pena pagar para ver. La entrada cubre una audio guía que te envuelve en la historia del monumento, de manera literaria, como un cuento, narrado de manera envolvente, sólo necesitas cerrar los ojos para vislumbrar lo que allí aconteció, desde el punto de vista del maharajá, te sumerge en la vida palaciega.
Detalle del Fuerte de Jodhpur. Foto: Noelia Villodre.
  Si quieres hacer fotos, la cámara se paga a parte. Los hombres que trabajan allí conservan el atuendo característico de aquellos tiempos de gloria, donde el hombre llevaba turbantes, largos bigotes y pantalones jodhpur... en la calle sólo algunos continúan con la tradición, pero en palacio, 'todo es como antes'.

Habitación de fiestas del maharajá en el palacio. Foto: Noelia Villodre.
Rodeando la Torre del Reloj, que por la noche está iluminada con luces de colores que cambian cada dos segundos, se despliega un enorme mercado, donde puedes encontrar casi de todo, aunque a mi parecer, de poca calidad. Por las enrevesadas calles que ascienden al oeste de esta torre, decenas de comercios amontonados te ofrecen especias, telas pulseras de plástico que manipulan 'de manera artesanal' a ojos del posible comprador... la disposición de la mercancía no está al gusto del occidental, para eso aún les falta aprender de Pushkar o Delhi, ciudades en la que se han dado cuenta del la importancia del efecto escaparate.
  Uno de los hostales más conocidos y céntricos, es el Yogui Guest House; con un amplio abanico de habitaciones con precios distintos, tiene un buen restaurante en la terraza, con vistas impagables del fuerte y muy buena comida, servida al ritmo Indio, casi una hora puede pasar, desde que pides, hasta que te lo traen.
Fuerte de Jodhpur de noche. Foto: Noelia Villodre.
El hostal está muy bien decorado, con gusto en los detalles, los trabajadores son nepalís y los dueños... bueno, son unos auténticos personajes. no dudes en regatear para la habitación, son duros, pero siempre hinchan el precio en un primer término.
Jodhpur desde la cumbre. Foto: Noelia Villodre.
  Conocimos a Rekha, una mujer india muy hospitalaria, dueña de una pequeña tienda en la que también ofrece clases de cocina. Vende especias, a precio europeo y productos de belleza de Hymalaya y Biotical Botanic, que presumen ser naturales y con propiedades ayurvédicas, se venden en toda India y todas caemos en comprarnos algo. Su tienda se llama Spice Paradise.
  Con dos días de estancia tienes suficiente para conocer la ciudad de manera superficial. Ciudad aunque tengan actitud de pueblo, frente a las pequeñas envidias y celos que se crean entre los dueños de los establecimientos, que se critican y roban clientes de manera abierta.
Trabajador del Fuerte de Jodhpur. Foto: Noelia Villodre.
  Los niños te persiguen por la calle para pedirte un lápiz o dinero, muchas veces te piden monedas de tu país, alegando que son coleccionistas.
  El tren es la mejor manera de entrar y salir de la ciudad, situada en medio de un desierto árido, dominado por los camellos, que puedes montar para adentrarte en él, por un módico precio... no entraba en mi manera de hacer turismo, así que no puedo opinar.

Apuntes de Nepal: Kathmandú

Enero 2012
KATHMANDÚ

  Después de la paz del lago de Pokhara, llegar al laberíntico y comercial Thamel, es una bofetada de realidad. Barrio céntrico, repleto de callejuelas y comercios, tráfico y pequeños templos, vendedores ambulantes y policías con cañas de bambú, siempre alerta, siempre preparados.
Vista de Kathmandú desde el Monkey Temple. Foto: Noelia Villodre
  La 'Durbar Square' es la plaza mejor conservada y por la que te cobran una entrada para visitarla. Nosotras optamos por dormir fuera del bullicio de Thamel y alojarnos cerca de esta plaza, en Freak street; más económica, más tranquila y muy bien ubicada. Una habitación doble con agua caliente 24h, pero caliente de verdad, no como otras que tienen el sistema de calentar el agua con el sol, por 400NRs la noche.
Durbar Square, Patan. Foto: Noelia Villodre
  El problema de la electricidad castiga al país, cortes de 16h al día, azotan las ciudades, que tienen que funcionar con generadores, para no romper su normalidad. Encontrándonos allí, asistimos a la subida descontrolada del carburante, que supera el euro por litro, teniendo en cuenta que los sueldos medios, rondan los 60€ al mes... dicha locura, estalló en una huelga general, lo que provocó que TODO cerrara y los coches no circularan, la capital del país, totalmente paralizada por una huelga NECESARIA.
Monkey Temple. Foto: Noelia Villodre
Monkey. Foto: Noelia Villodre
  El Monkey Temple es una parada obligatoria en el turismo citadino, por 250NRs accedes a la cercanía de uno de los símbolos de la ciudad, infestado de monos atrevidos y descarados que sólo responden al no, acompañado de la vara de los que procuran el lugar.
  A sólo 2km de la ciudad, se encuentra Patan, un pequeño núcleo urbano con su propia Durbar Square, mucho más tranquila y llena de monumentos arquitectónicos dignos de visita, bajo previo pago, claro. Se puede llegar hasta allí en un autobús de línea por 10NRs.
Parte del Monkey Temple. Foto: Noelia Villodre
  Kathmandú es el lugar ideal para comprar mil cosas, sobretodo ropa de imitación de grandes marcas, para montaña, aunque la calidad deja mucho que desear, en la mayoría de los casos. Casi es obligatorio regatear, te incitan a ello y también se ofenden muy rápido si intentas que el precio descienda vertiginosamente saltándote el protocolo no escrito.
Subida al Monkey Temple. Foto: Noelia Villodre
  Un lugar, nada turístico, barato y bueno, para comer, es el pequeño restaurante tibetano Small Star, situado a la izquierda de la Tahiti Tole, mirando hacia Thamel. Regentado por una familia que te hace sentir un miembro más de ella. Su bebida caliente casera, que está entre un vino y una cerveza, la 'tomba', hecha con semillas de mijo fermentadas y servidas con agua caliente, merece la pena probarla! El hijo-camarero, se llama Sushil y es extremadamente amable.
  Si de Kathmandú vas a volver a India, necesitarás dos días en la embajada, para arreglar el visado, y muchísima paciencia en el aeropuerto, para pasar los mil controles que te esperan... sin el billete impreso, no puedes acceder al interior de dicho aeropuerto.

Vendedores de Durbar Square, Kathmandú. Foto: Noelia Villodre.

Apuntes de Nepal: Pokhara

Enero 2012
POKHARA

Después de la bulliciosa Varanasi y de 9h de autobús, desde la frontera hasta esta ciudad, aunque te digan que serán 6 ó 7h, no es cierto. Llegar a este lugar nos envolvió en paz y limpieza, ya olvidadas.
 
Lago de Pokhara. Foto: Noelia Villodre
A las orillas del 'lakeside', se agolpan restaurantes y hostales que cumplen todas tus espectativas; el 'Olive café' es el lugar idóneo para tomarte un café orgánico nepalí, lleno de aroma y sabor. Con wifi gratuito, por si te apetece conectarte y saber algo del universo exterior.
Pagoda de la Paz Mundial. Foto: Noelia Villodre
  Entre el amplio abanico de posibilidades para dormir, Grace Lodge House, fue una opción económica y tranquila, 450NRs  una habitación doble, por noche. En la misma calle, hay un pintoresco antro, donde acaban locales y algún turista despistado, a puerta cerrada, el 'Old Blues Bar'.
  Para desayunar, con vistas al lago, el 'Pumpernickel' es muy aconsejable; por el paisaje y la calidad de lo que ofrecen.
Valle de Pokhara desde la subida a la Pagoda P.M. Foto: Noelia Villodre
  Además de pasear por la orilla del lago, puedes alquilar una barca por unas horas, para remar por el lago o cruzar a visitar la pagoda de la paz mundial, que merece la pena, sobretodo, por las vistas que ofrece de todo el valle.
Atardecer en el lago. Pagoda de la Paz Mundial a lo lejos. Foto: Noelia Villodre
  Otras actividades, más costosas pero que aportan mucha satisfacción personal, son un trecking por la cordillera del Annapurna o el parapente, ya que Pokhara es uno de los mejores lugares para volar... si lo pruebas, repites!
Cordillera del Annapurna, a lo lejos. Foto: Noelia Villodre
  Visitar Pokhara antigua, está bien, si tienes tiempo, es una Pokhara más real, donde vive la gente de a pie, lejos del turismo, donde hay templos y comercios... y muchas miradas curiosas.
  Para salir de Pokhara, rumbo Kathmandú, por ejemplo, es preferible tomar un autobús turístico, aunque la palabra 'turístico' te haga sentir reacio, si regateas, es más barato que el de línea y más rápido. La estación de autobuses local es dura, por el acoso y la mendicidad, y según a qué horas y con la mochila a cuestas, no estás preparada para ciertas cosas.
Pokhara a vista de pájaro. Foto: David Cubell

Apuntes de India: Sunauli

Enero 2012
SUNAULI

La frontera India-Nepal más concurrida quizá. Mejor cruzarla de día, es desoladora y te sientes como parte de un rebaño, siguiendo el protocolo burocrático para poder cruzar.
Pasar billetes de 500 y 1000Rs a Nepal es ilegal, un delito que amerita tres años de cárcel, así que preavisados, cambiadlos por billetes de 100Rs si vais a volver a India después. La frontera en el último lugar para cambiar rupias Indias por Nepalís, en el resto de Nepal sólo cambian grandes divisas.
El visado Nepalí se compra en la frontera y sólo se puede pagar en dólares, 15 días cuestan 25 dólares. Advierto que para volver a entrar en India, deberás pasar por la embajada India en Kathmandú y tras un proceso de dos días de papeles, podrás conseguir un permiso de reentrada, condicionado en días y de 9€, en nuestro caso de 15 días... pero Nepal, merece la pena!
Baño fotogénico, porque la realidad era más grotesca.
Hacer noche en Sunauli, porque has perdido el último autobús y es noche cerrada, es poco recomendable; del lado nepalí (Butwal) hay algunos hoteles cutres y uno a precio europeo. Haciendo un sondeo, sólo encontramos suciedad y una mierda humana encima de una cama. Sin luz y con generadores precarios, al final optamos por el más barato, deseando que se hiciera de día y salir rápido, a las 7am rumbo a Pokhara, en un autobús local (230NRs), con 9h de viaje por delante.

Apuntes de India: Varanasi


Enero 2012
VARANASI-BANARAS

Lo mejor para hospedarse en Varanasi es la opción que se encuentra en las callejuelas laberínticas pegadas a los ghats del Ganges. Main Road es la calle principal que desemboca en el ghat principal, a su izquierda y derecha quedan pequeñas calles en las que resulta demasiado fácil desorientarse; están llenas de vida, restaurantes y alojamientos económicos. Del lado derecho, pegadito al Ganges, hay un hostal muy bonito, 'Eden', si tienes presupuesto, merece la pena. Nosotras optamos por una opción más barata, 'Monalisa Guest House', casi enfrente de una 'bakery' con el mismo nombre, puedes tener una habitación doble por 300Rs la noche, negociables, depende de lo lleno que lo tengan o las noches que te vayas a quedar. Sin baño, por 150Rs la noche.
Vista desde el interior de Chandan Restaurant, Varanasi. Foto: Noelia Villodre
Colada a orillas del Ganga. Foto: Noelia Villodre.
Main Ghat, Varanasi. Foto: Noelia Villodre.

Un restaurante en el que merece la pena comer es en 'Chandan Restaurant', está bien de precio y la comida es muy rica; En Main Road, a la derecha, veréis una oficina de ATM con el cartel naranja, os metéis por ese callejón y seguís la calle, lo encontrareis enfrente de una agencia de viajes (que cobra comisiones altas) y al lado de una Guest House familiar.




  En la última Lonely Planet traducida al español, aconsejan un restaurante 'típico' llamado Milán Café, yo lo desaconsejo, la comida no es fresca y te exigen la propina, tuvimos que quedarnos en Varanasi más días gracias a ese lugar y por 'amor a un baño'.
Rutina en el Ganga. Foto: Noelia Villodre.
Crematorio a orillas del Ganges. Foto: Noelia Villodre
Es difícil hallar la tranquilidad frente al Ganges, desde que pisas el primer escalón que está frente a él, intentan venderte pinturas, postales, collares, bindis decorativos, te ofrecen un paseo en barca o te piden dinero, simplemente. Cuando te diriges más hacia el sur, hay menos gente y se puede respirar mejor. Paseando frente al río sagrado, eres espectador de sus duchas matutinas, el lavado de su ropa y tendido posterior, en cualquier trozo de suelo donde de el sol, cómo lavan a sus búfalas concienzudamente y cómo se beben el agua para purificarse, en ese órden o inverso, pero la vida empieza y acaba en el río sagrado. Hay varios crematorios en la orilla, donde se apilan los troncos de madera de diferentes calidades para las piras funerarias; según el peso de la madera que hace falta para quemar el cuerpo, la calidad de ésta y la calidad de la tela, con la que se envuelve el cuerpo, será el precio de la incineración.

  Varanasi está contaminada por el turismo; los que quieren ver y los que necesitan experimentar. Gente que peregrina hasta el río sagrado, por devoción a su religión o por devoción a su espiritualidad y los que se aprovechan de éstos.
Está llena de contrastes, gente rica y gente pobre, a la que le dan limosna para mejorar su karma. El olor de la miseria y el olor de la muerte, a la que se ve pasar con naturalidad. Pero si encuentras un rincón, entre los perros tumbados al sol y las cabras con camiseta, en el que escuches el silencio, puedes encontrar paz.
Si pretendes salir de Varanasi rumbo a Nepal, por ejemplo, no utilices el autobús de Paul Travel, para turistas, es caro y horrible, busca otras opciones, como el tren a Gorakpur y un autobús hasta Sunauli, frontera que es mejor pasar de día y rapidito...

Apuntes de India: Agra

Enero 2012
AGRA.
Taj Mahal, Agra. Foto: Noelia Villodre.

Agra suele ser parada obligatoria que, en mi opinión, no merece más de un día. El Taj Mahal merece la visita por lo simbólico del lugar, pero, más allá de esto, poco hay que llame la atención. La entrada es elevada, 750Rs, como la Alhambra de Granada. El precio es por estar cerca, porque realmente, el interior no ofrece NADA, pero pasear tan cerca e imaginar el trabajo y las vidas que costó, el simbolismo del edificio, es lo que se paga. Los mongoles construyeron como nadie y se demuestra en muchísimos rincones de India.

Manish en su Tuk Tuk. Foto: Noelia Villodre.
Cuando llegas a la estación de tren, hay que tener mucha paciencia con los conductores de tuk tuk que te avasallan, muchos ofrecen circuitos de un día por un módico precio, explicándote que Agra tiene mucho más para ver, llevándote a tiendas para que les den comisión o restaurantes, para que a ellos les salga gratis la comida. Si te apetece puedes entrar en el juego; a nosotras nos cayó bien nuestro conductor, Manish y decidimos ir a ciertos lugares para hacerle el favor. Al final, la experiencia, con la gente local que conocimos, mereció la pena.

La habitación doble normalita, ronda las 400Rs.

Apuntes de India: Delhi

Enero-Febrero 2012
DELHI.

Cuando llegas a Delhi, sabes que vas a cometer errores de novato y que intentarás no repetir a la vuelta... así que si los míos sirven de algo;
Llegando a una hora normal, que no sea de madrugada, es mejor no haber concertado nada desde España: reservar una habitación y servicio de taxi al aeropuerto, suele salir bastante caro en relación calidad precio.
Un taxi seguro, contratado y prepagado dentro o fuera del aeropuerto son 320 rupias hasta PaharGanj.
Una noche en una habitación doble aceptable, teniendo en cuenta nuestras diferencias en lo que a concepto de limpieza se refiere, en Main Bazar, de 600 a 700Rs. Un hotel que está bien, aunque no son demasiado simpáticos y más cuando lo tienen lleno, es el Hotel Hare Krishna, al lado del Hotel Anoop, de la misma empresa pero más económico.
Main Bazar, Delhi. Foto: Noelia Villodre.
Una habitación doble en el Hotel Lord Krishna, en la misma calle, la puedes sacar por unas 450Rs si no te importan las sábanas amarillas que no se cambian o las hormigas en la cama. El restaurante de su terraza, sí merece la pena; es bueno, bonito y barato. Ves toda la calle con la distancia propicia para poder evadirte un poco.
Pasillo tren, Sleeper Class, segunda clase. Foto: Noelia Villodre.
Fuerte Rojo, Old Delhi. Foto: Noelia Villodre.
Para viajar en tren, lo mejor es dirigirte a la estación de New Delhi, al final de Main Bazar, y subir al primer piso, que es donde está la oficina para turistas; tienen la paciencia adecuada para explicarte lo que no entiendes y buscarte alternativas si tu ruta tiene el tren lleno. Viajar en sleeper class es cómodo y barato, aunque sea segunda clase, teniendo en cuenta que era invierno y no habían cucarachas. Para llegar a la oficina de turistas, intentarán interceptarte y decirte que está cerrada o quemada, para llevarte a una agencia de viajes y sólo ofrecerte opciones caras con mil comisiones.
Para visitar... el Fuerte Rojo, en mi opinión, merece la pena verlo por fuera, pagar la entrada, el contenido no la vale. Los lunes cierra. Los alrededores de Old Delhi son estresantes; miseria y turismo, religión y religiosidad, más no espiritualidad. La mezquita más grande de India está allí, se puede visitar si no están en su llamada al rezo. Las carnicerías de los alrededores son un poema y si eres mujer, acabas sintiéndote mal, por las miradas o el trato, si te decides a comer en algún restaurante de la zona. Es lo que hay.
Al autoricksaw o tuk tuk hay que regatearle bastante antes de subir, mínimo, te piden el doble del precio real.
Para volver al aeropuerto, si pides un taxi desde el hotel, te cobrarán unas 250Rs de las cuales, al taxista no le llegarán ni 100Rs. Si te vas a la entrada de la calle Main Bazar hay taxis, déjate llevar por tu instinto y encuentra a alguien de quién te fíes.
Cualquier compra la puedes hacer en Delhi, más barata que en el resto de lugares del norte de India, allí puedes encontrar casi todo y no olvides regatear.

Aeropuertos; de lo absurdo y su seguridad.

Bienvenidos al aeropuerto de Kathmandú, Nepal... pasarás por un control de seguridad para entrar al aeropuerto, otro para subir las escaleras que te llevan a inmigración, el típico para dirigirte hacia la puerta de embarque y otro, justo antes de subir al avión, a los pies de la escalerilla que te hace sentir tan cerca y tan lejos... Siempre, una fila para hombres y otra para mujeres, mochila de mano por rayos-X y revisión manual, y cacheo manual y conciso por parte de una amable policía o no tan amable, por cada rincón de tu cuerpo serrano, detrás de una especie de cortina de ducha, para que no hayan mirones, delicadamente, una por una, vamos pasando por sus manos. Mochila y tarjeta de embarque se van llenando de sellos...
Por fin arriba del avión, todo revisado y requeterevisado, tú, palpada y revisada, todo en orden, con ganas de llegar a destino, o no, porque Delhi... es para pensárselo!
Maletas en la cinta transportadora, en unas extrañas bandejas y con mil pegatinas de seguridad... Por fin aparece la mia, que casi pesa más que yo... huele a gasolina, está mojada... menos mal que aquí lo más importante es la seguridad! Ah! me han abierto una cremallera y forzado un candado, Cómo se me ha ocurrido llevar un mechero en mi maleta! Varias maletas abiertas, forzadas, para sacar los mecheros facturados que la gente, inocentemente, transporta entre su ropa interior, sin saber que han estado a punto de ser un asunto de estado. Tendrán tan buen control con las mercancías realmente peligrosas? o la fijación con los mecheros símplemente es porque son coleccionistas?
Acompañados de los mecheros, también se llevaron mis gafas de vista, a lo mejor también las consideraron peligrosas, por si hacía un fuego con el efecto lupa. Gracias KingFisher, por dejarme ciega y sin poderme alumbrar el camino.
En India también pasas controles de rayos-X en mochilas y cacheo para entrar en el metro, donde también te quitan mecheros y cerillas, pero eso no es un problema si vienes del aeropuerto!
Llegar a España, no fue mucho mejor, sí que es verdad que la seguridad no es tan puntillosa, pero tienen otros detalles poco agradables. Iberia, en sus vuelos operados por AirNostrum, ese avión tipo avioneta que parece de juguete; cuando está el vuelo lleno, a veces no cabe todo el equipaje en bodega, así que lo dejan en el aeropuerto de salida y ya te lo entregarán en tu destino cuando tengan sitio en los próximos vuelos, te venga bien o no, y es el procedimiento normal... ¿normal?
Qué suerte poder volar como un pájaro y ahorrarse toda esta morralla absurda, controlada por buitres, frente a ellos, somos pequeños gorrioncillos.



Foto: Noelia Villodre.