Apuntes de India: Jodhpur

Febrero 2012
JODHPUR
Parte del Fuerte de Jodhpur. Foto: Noelia Villodre.

  La magnificencia de Rajastán, se vislumbra el esplendor de antaño en el fuerte que corona a la ciudad azul. En el cerro de los pájaros se levanta una muralla que guarda los palacios en los que vivía el maharajá; muy bien conservado, es uno de los monumentos que merece la pena pagar para ver. La entrada cubre una audio guía que te envuelve en la historia del monumento, de manera literaria, como un cuento, narrado de manera envolvente, sólo necesitas cerrar los ojos para vislumbrar lo que allí aconteció, desde el punto de vista del maharajá, te sumerge en la vida palaciega.
Detalle del Fuerte de Jodhpur. Foto: Noelia Villodre.
  Si quieres hacer fotos, la cámara se paga a parte. Los hombres que trabajan allí conservan el atuendo característico de aquellos tiempos de gloria, donde el hombre llevaba turbantes, largos bigotes y pantalones jodhpur... en la calle sólo algunos continúan con la tradición, pero en palacio, 'todo es como antes'.

Habitación de fiestas del maharajá en el palacio. Foto: Noelia Villodre.
Rodeando la Torre del Reloj, que por la noche está iluminada con luces de colores que cambian cada dos segundos, se despliega un enorme mercado, donde puedes encontrar casi de todo, aunque a mi parecer, de poca calidad. Por las enrevesadas calles que ascienden al oeste de esta torre, decenas de comercios amontonados te ofrecen especias, telas pulseras de plástico que manipulan 'de manera artesanal' a ojos del posible comprador... la disposición de la mercancía no está al gusto del occidental, para eso aún les falta aprender de Pushkar o Delhi, ciudades en la que se han dado cuenta del la importancia del efecto escaparate.
  Uno de los hostales más conocidos y céntricos, es el Yogui Guest House; con un amplio abanico de habitaciones con precios distintos, tiene un buen restaurante en la terraza, con vistas impagables del fuerte y muy buena comida, servida al ritmo Indio, casi una hora puede pasar, desde que pides, hasta que te lo traen.
Fuerte de Jodhpur de noche. Foto: Noelia Villodre.
El hostal está muy bien decorado, con gusto en los detalles, los trabajadores son nepalís y los dueños... bueno, son unos auténticos personajes. no dudes en regatear para la habitación, son duros, pero siempre hinchan el precio en un primer término.
Jodhpur desde la cumbre. Foto: Noelia Villodre.
  Conocimos a Rekha, una mujer india muy hospitalaria, dueña de una pequeña tienda en la que también ofrece clases de cocina. Vende especias, a precio europeo y productos de belleza de Hymalaya y Biotical Botanic, que presumen ser naturales y con propiedades ayurvédicas, se venden en toda India y todas caemos en comprarnos algo. Su tienda se llama Spice Paradise.
  Con dos días de estancia tienes suficiente para conocer la ciudad de manera superficial. Ciudad aunque tengan actitud de pueblo, frente a las pequeñas envidias y celos que se crean entre los dueños de los establecimientos, que se critican y roban clientes de manera abierta.
Trabajador del Fuerte de Jodhpur. Foto: Noelia Villodre.
  Los niños te persiguen por la calle para pedirte un lápiz o dinero, muchas veces te piden monedas de tu país, alegando que son coleccionistas.
  El tren es la mejor manera de entrar y salir de la ciudad, situada en medio de un desierto árido, dominado por los camellos, que puedes montar para adentrarte en él, por un módico precio... no entraba en mi manera de hacer turismo, así que no puedo opinar.

2 réplicas:

Bonitas vistas, Noe de ese mundo que acaba de levantarse. Falta sólo la espesura de sus olores

 

para espesura de olores... vete a Benarés!
Debieron de ser tan felices antes de que llegaran lo ingleses...