Mercados itinerantes


  Desde hace muchísimos años, puestos de venta ambulante han estado conviviendo en la ciudad, con la ciudad, en distintas localizaciones; mercadillos de carácter 'fijo' que disponian de un espacio de lunes a viernes. Estuvieron en el Parterre, parece que al ayuntamiento y grandes centros comerciales no les venía muy bien, y fueron dispersados y trasladados. Una parte fue a Gregori Gea y otra a la Plaza de la Merced... después de trece años en su 'nueva' ubicación, casi de la noche a la mañana, les quitan su condición de mercado fijo, los míticos puestos de 'hippies' desaparecen; en el ayuntamiento no tienen información, nadie sabe nada. Después de muchos palos de ciego, los encuentras, los han 'reubicado'; a partir de ahora, estos puestos se mueven con los mercadillos itinerantes que recorren toda la ciudad, en una zona distinta cada día de la semana. Su género no es el mismo que se vende en un mercadillo, la clientela es totalmente diferente y la gente que los busca, cuenta con total desinformación! Han luchado para intentar evitarlo, pero no han conseguido nada, es la única forma de poder seguir vendiendo. Según los propios vendedores, 'el ayuntamiento quiere LIMPIAR las calles del centro' y los comercios de alrededor de sus anteriores ubicaciones los denunciaban 'por el aspecto tercermundista que daba este mercadillo a la zona'. El siguiente en la lista será el mítico mercadillo del domingo de la Plaza Redonda, y no me extrañaría que le siguiese el Rastro.
  Se están cargando todo lo auténtico, la esencia de una ciudad, que cada vez más parece decorado teatral, por y para el turista, enseñándole lo que debe de ver. La cultura se cambia por la apariencia. Así no se limpia una ciudad, sólo están metiendo el polvo debajo de la alfombra, engordando el decorado. perdemos lo que queremos, y nadie hace nada, agacha la cabeza y mira hacia otro lado.

Foto: Noelia Villodre.