Apuntes de India: Varanasi


Enero 2012
VARANASI-BANARAS

Lo mejor para hospedarse en Varanasi es la opción que se encuentra en las callejuelas laberínticas pegadas a los ghats del Ganges. Main Road es la calle principal que desemboca en el ghat principal, a su izquierda y derecha quedan pequeñas calles en las que resulta demasiado fácil desorientarse; están llenas de vida, restaurantes y alojamientos económicos. Del lado derecho, pegadito al Ganges, hay un hostal muy bonito, 'Eden', si tienes presupuesto, merece la pena. Nosotras optamos por una opción más barata, 'Monalisa Guest House', casi enfrente de una 'bakery' con el mismo nombre, puedes tener una habitación doble por 300Rs la noche, negociables, depende de lo lleno que lo tengan o las noches que te vayas a quedar. Sin baño, por 150Rs la noche.
Vista desde el interior de Chandan Restaurant, Varanasi. Foto: Noelia Villodre
Colada a orillas del Ganga. Foto: Noelia Villodre.
Main Ghat, Varanasi. Foto: Noelia Villodre.

Un restaurante en el que merece la pena comer es en 'Chandan Restaurant', está bien de precio y la comida es muy rica; En Main Road, a la derecha, veréis una oficina de ATM con el cartel naranja, os metéis por ese callejón y seguís la calle, lo encontrareis enfrente de una agencia de viajes (que cobra comisiones altas) y al lado de una Guest House familiar.




  En la última Lonely Planet traducida al español, aconsejan un restaurante 'típico' llamado Milán Café, yo lo desaconsejo, la comida no es fresca y te exigen la propina, tuvimos que quedarnos en Varanasi más días gracias a ese lugar y por 'amor a un baño'.
Rutina en el Ganga. Foto: Noelia Villodre.
Crematorio a orillas del Ganges. Foto: Noelia Villodre
Es difícil hallar la tranquilidad frente al Ganges, desde que pisas el primer escalón que está frente a él, intentan venderte pinturas, postales, collares, bindis decorativos, te ofrecen un paseo en barca o te piden dinero, simplemente. Cuando te diriges más hacia el sur, hay menos gente y se puede respirar mejor. Paseando frente al río sagrado, eres espectador de sus duchas matutinas, el lavado de su ropa y tendido posterior, en cualquier trozo de suelo donde de el sol, cómo lavan a sus búfalas concienzudamente y cómo se beben el agua para purificarse, en ese órden o inverso, pero la vida empieza y acaba en el río sagrado. Hay varios crematorios en la orilla, donde se apilan los troncos de madera de diferentes calidades para las piras funerarias; según el peso de la madera que hace falta para quemar el cuerpo, la calidad de ésta y la calidad de la tela, con la que se envuelve el cuerpo, será el precio de la incineración.

  Varanasi está contaminada por el turismo; los que quieren ver y los que necesitan experimentar. Gente que peregrina hasta el río sagrado, por devoción a su religión o por devoción a su espiritualidad y los que se aprovechan de éstos.
Está llena de contrastes, gente rica y gente pobre, a la que le dan limosna para mejorar su karma. El olor de la miseria y el olor de la muerte, a la que se ve pasar con naturalidad. Pero si encuentras un rincón, entre los perros tumbados al sol y las cabras con camiseta, en el que escuches el silencio, puedes encontrar paz.
Si pretendes salir de Varanasi rumbo a Nepal, por ejemplo, no utilices el autobús de Paul Travel, para turistas, es caro y horrible, busca otras opciones, como el tren a Gorakpur y un autobús hasta Sunauli, frontera que es mejor pasar de día y rapidito...